viernes, 5 de septiembre de 2014

ANILLAMIENTO DE FLAMENCOS EN EL PARQUE NATURAL MARISMAS DEL ODIEL - HUELVA

¡Hola a todos de nuevo!

   Siguiendo con el hilo del reportaje anterior y en la misma tónica, hoy os muestro parte del trabajo que está dando forma a un reportaje muy completo que estamos realizando. 

   Esta vez el escenario es el Parque Nacional de Marismas del Odiel, situado al sur de la provincia de Huelva, en la confluencia de las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel. El encuentro entre las aguas
dulces y saladas ha dado lugar a este complejo de marismas influenciadas por las mareas.

   Debido a los sedimentos que depositan ambos ríos, cargados de  nutrientes, generan un entorno ideal para muchas especies de aves, entre ellas el Flamenco, protagonista de este reportaje.

   Entrando un poco en materia, sin llegar a ponernos serios en el lenguaje, comenzamos...

   Dentro de este Parque Natural Marismas del Odiel nos encontramos con las Salinas industriales Aragonesas y las salinas de Bacuta. En las industriales la extracción de sal se hace de forma mecanizada y en las de Bacuta se hace a través de energía solar y eólica, de una forma tradicional y medioambientalmente menos dañina... Pero eso es otro asunto, otro de los reportajes en los que ya estamos trabajando.

   Volviendo a los Flamencos, esta vez también nos reunimos casi 400 personas, que convocados a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, nos encontramos para ayudar en el anillamiento y reconocimiento de (si  no me equivoco) 500 pollos de flamenco común, descendientes de las 2.900 parejas que han anidado en este lugar.

   En este anillamiento, y como no podía ser de otra forma, los voluntarios de Laguna Fuente de Piedra y Marismas del Odiel y otras entidades, hacen equipo bajo la supervisión de grandes personas y profesionales como Enrique Martínez, Manolo Rendón y un ámplio equipo. Pero ya no os entretengo más, ya que toda la información la daremos en el reportaje final.






   Como en el anterior anillamiento, llegamos el día antes, y tras la reunión en la que Enrique Martínez nos da la bienvenida y nos dirige unas palabras, Manolo Rendón nos explica el procedimiento de captura y trabajo. Después nos dirigimos a las salinas donde se encuentra la colonia para ultimar los detalles.


   Los flamencos hacen su vida normal mientras el atardecer nos regala la belleza de su luz y color. Con esta imagen nos marchamos hasta el día siguiente.


   Igual que en Fuente de Piedra, el dispositivo se pone en marcha cuando todavía es de noche. Los flamencos no han despertado todavía y los equipos, en el mayor silencio posible para un grupo de casi 400 personas, nos dirigimos a nuestras posiciones.


   Esta vez las estrellas no son visibles, ya que la gran contaminación lumínica de Huelva, que está a un paso, tapa casi todo posible rastro de las estrellas.



   Comenzamos a entrar en la tabla de la salina. Esta vez no tengo suerte y en un mal movimiento, con la mitad de la pierna metida en el lodo, mi rodilla se tuerce y me tengo que quedar en suelo firme a esperar la llegada del equipo de Manolo Rendón. Por suerte, mi compañero Paco H. Acosta sí se interna con el grupo y cubre el cerco desde dentro. Grandes fotos de este amigo y compañero que podremos disfrutar en el reportaje.


  Por otro lado, pude ver la labor de coordinación de los equipos, y cómo se va cerrando el cerco.







   Ya en la rampa de entrada al corral nos encontramos en la más delicada de las fases del anillamiento. Si no se hace con rapidez y determinación, los pollos se pueden dar la vuelta y complicarlo todo. Como me comentó a posteriori Manolo Rendón "Si se les deja pensar lo ponemos todo en riesgo y puede salir todo mal". Así que hay que hacerlo rápido y con energía.



   Una vez que hay suficientes pollos en el corral se da la voz de aviso para que se dejen escapar al resto. Se abre el cerco y todos salen como pueden, cansados tras el esfuerzo, mientras los pollos vuelven a su zona de cría.



   Y comienza el trabajo, hay que anillar muchos pollos y todo está listo. ¡Nos ponemos manos a la obra!













   Anillar, pesar, medir y comprobar si tienen el buche lleno. Después a la mesa de pruebas: extracción de sangre, muestra de plumas y , específicamente en Marismas de Odiel, se requiere además una muestra de heces para comprobar el nivel de metales pesados.




   Al igual que en Laguna Fuente de Piedra, algún flamenco adulto entró en el corral. A ellos también se les hacen los reconocimientos apuntando la identificación de la anilla. Este es un precioso ejemplar que Manolo Rendón se encargó de identificar.


   En este punto, permitidme un inciso. Hay que destacar en esta ocasión la colaboración de la Guardia Civil, que estuvo ayudando y observando todo el proceso.



  Algunas de las más bellas imágenes que se pueden obtener en la suelta, son cuando los voluntarios liberan a los pollos y éstos, algo aturdidos por el ajetreo vuelven a sus nidos, unos corriendo, casi volando por su avanzado crecimiento, otros, como este, andando tranquilamente como si con él no fuera la cosa. Eso sí, ¡bastó un minuto y echó a correr como si hubiera visto al mismo diablo!
 
!

   No me he podido resistir a poner esta imagen. Es una de las que más me gusta, ya que muestra el espíritu que se vive en estos voluntariados. Siempre tienes una mano que te ayuda en un momento de dificultad... ¡Gracias a todos los voluntarios!

   Y tras tanto trabajo, una vez que se pone la última anilla de este año, llega otro de los momentos bonitos del día: la suelta de los pollos que no se han anillado. Todo un placer para la vista y un alivio para ellos.








   Para regocijo de muchos de los voluntarios, si os fijáis bien, algunos de estos pollos hacen su primer vuelo en la suelta.

   Y hasta aquí llega el anillamiento de flamencos de 2014. Como os he comentado, ya estamos trabajando para el reportaje final el equipo de trabajo formado por Neil Montgomery, Paco H. Acosta, Esther J. Yamuza y un servidor, Sergio Pulido.

   ¡Hasta pronto!

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